En ocasiones, se prescinde de ellos, pero en otras, se hacen protagonistas junto con la pareja de ese momento.
"Esos locos bajitos", los pajes de una boda, los que llevarán los símbolos de ese día y los portarán hasta que los verdaderos protagonistas los compartan, cumpliendo los ritos del matrimonio, a la vez que lo inundan todo de la ternura infantil.
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| La novia y el padrino, acompañados por sus pajes a la entrada a la Iglesia. |
Los que os traemos hoy, en concreto, forman parte de la boda de Mercedes y Gabriel, en los que fue la novia la que diseñó e ideó cada detalle que llevarían los pajes del cortejo.
Cada encargo es especial, pero cuando conoces a la novia desde hace tiempo, hace que imagines mejor cómo quieren las cosas y se trabaja con más confianza ya que la comunicación es más fluida.
Mercedes, tenía claro que quería que los pajes, sobrinos de la pareja, fuesen pequeñas princesitas y un príncipe de cuento. Por ello, a él, decidieron vestirle de etiqueta como su tío, mientras que a ellas, tres pequeñas muñequitas, les diseñaron un vestido con falda de tul en diferentes tonos de beige y un pequeño cinturón de pedrería.
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| Los pajes, impacientes por la llegada de la pareja a las puertas del templo. |
Como adornos para el pelo, barajamos varias alternativas, pero la ganadora fue una corona de flores, pero como todo lo que llevarían ese día, especiales, cada una de ellas iba hecha de paniculata, siemprevivas, flores de tela y hortensias beige, teñidas a mano, de los tonos del vestido, terminadas con un pequeño lazo de tul. Esto hacía que todo el conjunto encajase.
El resultado, creo que podéis verlo y sobre todo, lo más importante, es que los disfrutaron como auténticas princesas.
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Gracias a Mercedes y Gabi por la confianza, a los padres de los pequeños por dejarnos publicar las fotos y a Olmo del Valle por las imágenes.
